"Me asombra escuchar lo que viven las Comunidades de Constructores de Paz. Eso me confirma en la intuición que tuvimos al inicio de Desafío de crear espacios para el encuentro. Permitir a personas de distintos ámbitos, creencias, condiciones sociales, la posibilidad de hablar de uno, descubrir que su propia verdad puede enriquecerse con la verdad del otro aprendiendo a escuchar, bajar los prejuicios. Vivimos en un mundo que ha perdido el valor de la conversación de fondo, no sabemos escucharnos, nos quedamos en la superficie de nuestro ser, no nos atrevemos a mostrarnos tal como somos con nuestras luces y sombras, alegrías y penas, certezas y dudas, éxitos y fracasos. Hemos reducido nuestras conversaciones a temas como la farándula o el mundo político, un mundo en crisis de identidad que está perdiendo su alma.
Las Comunidades de Constructores de Paz, a mi juicio son un espacio en la vida de uno, donde puedo hablar de mí sin miedo, sin temer el juicio del otro, donde también puedo aprender del otro, descubrir nuevos horizontes, donde nadie manda, donde participo como los demás, donde la pauta tiene como único objetivo dar la nota que permite al grupo sentirse al unísono como el primer violín al inicio de un recital.
Nadie busca enseñar al otro algo, y sin embargo los intercambios me enseñan más que muchas charlas, no hay proselitismo cualquiera, cada uno se siente con un llamado interior a un plus de autenticidad, de transparencia, de humildad, de verdad.
Es como un lugar fuente, donde inconscientemente estoy aprendiendo a respetar al otro en sus creencias, donde tomo fuerzas para vivir lo mismo en otros lugares, como mi familia, con mis amigos, mi comunidad religiosa, etc..
Es la respuesta a una necesidad profunda del ser humano. Jean Vanier lo expresa muy bien cuando habla de: “crear y desarrollar relaciones vitales”.
El éxito de una Comunidad de Constructores de Paz, se basa en ofrecer esta respuesta a personas que al inicio no saben que tienen esta sed.
Estamos contribuyendo a humanizar la globalización. Gracias a internet tenemos acceso al mundo entero, podemos saber todo, pero estamos pasando al lado de la relación de corazón a corazón, de abrazo a abrazo, Esos espacios permiten expresar nuestros cariños, afectos, ternura, misericordia.
Hay que seguir."
Denis Gallet, en el encuentro de animadores de Comunidades del sábado 6 de noviembre 2010
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